miércoles, 20 de junio de 2012

¡Euro 2012!... El sueño interrumpido

La primera ronda de la Euro 2012 es historia, y como toda buena historia llegó a un resultado -parcial- a partir de factores que, a priori, no eran previsibles. Por ejemplo, hace un mes nadie pensaba que el seleccionado holandés se caería a pedazos, sin embargo, le pasó lo que al ilustre de Peña Nieto: llegó sobrado a un encuentro contra un equipo joven, pensando que con la camiseta, la fama y el buen gusto se llevaría las palmas. ¡Oh sorpresa!, en 90 minutos no sólo fue derrotado, además hizo el ridículo y salió por la puerta trasera, lleno de dudas y de frustración. Desde entonces jugó con miedo. Para Holana, Dinamarca fue su Ibero.

Hablemos de los ocho eliminados (sí, dije que cinco de ellos iban a estar en cuartos de final, soy tan chafa como los que leen la mano, el café y el tarot):

Polonia: se me figura a los Estados Unidos: tiene dos o tres jugadores destacados y el resto no tiene mal nivel pero son medio ingenuos e incapaces de conjuntar sus habilidades. Casi todos sus avances se dieron a través de esfuerzos individuales. Nunca dominó un estilo de juego. No aprovechó la localía ni el apoyo de su gente. Les falta sacrificio, organización, pasión, hambre de triunfo. Lástima que ni los militantes del Dortmund pudieron echarse el equipo al hombro.

Rusia: les faltó la pegada mortal que transforma un buen equipo en un equipo campeón. Fueron víctimas del absurdo sistema de desempate de la UEFA, pues se van a casa con cuatro puntos, cinco goles a favor y un +2 de diferencia. Es decir, tuvieron mejor marca que los helénicos. Con su partida se va la oportunidad de ver a un equipo muy agradable y, sobre todo, a Dzagoev: ¡vaya jugadorazo! (Se los advertí.)

Holanda: quería hacer una entrada únicamente para ellos. No pude, la decepción no me dejó. Su paupérrimo desempeño me rompió de varias formas: echó a perder mi quiniela; quedé triste por ver cómo CR7 humilló a mi selección favorita; y he sido víctima de las burlas de amigos y conocidos. Robben no debió ser titular, ojalá se hubiera lesionado días antes del inicio del certamen. El MVP de la Premier, van Persie, lució desesperado, pues casi no entró en contacto con el balón; sus compañeros de selección, a diferencia de los del Arsenal, no lo buscaron acuciosamente. Afellay llegó fuera de ritmo; van der Vaart jugó poco y no lo colocaron en su posición ideal; Huntelaar estorbó a van Persie, y en torneos grandes nunca refrenda lo que logra en eliminatorias y amistosos; van Bommel y De Jong son unos trogloditas, le restan fluidez al juego, es una vergüenza que van Marwijk, teniendo a Strootman y Schaars, los haya puesto de titulares; Sneijder y Stekelenburg fueron los mejores: el primero a partir del esfuerzo, la lucha y los chipazos de genialidad; el segundo evitando que la tragedia fuera mayor. Por su parte, la defensa fue un asco gracias a los cinco que en ella participaron (van der Wiel, Vlaar, Heitinga, Mathijsen y Willems); como dice Gerardo Velázquez de León: “hasta Lobos BUAP defiende mejor que esos petardos”. Sin exagerar, no había visto, en un Mundial o en una Eurocopa, una defensa tan mediocre como la holandesa. “Déjenme llorar”, diría la Morrison.

Dinamarca: le hicieron la maldad a los holandeses y con eso se dieron por bien servidos. Faltos de calidad en ataque, no pudieron hacerse fuertes en defensa. Cuando tenían que dar un golpe de autoridad contra Portugal, se desinflaron y ahí perdieron su boleto a cuartos. Más allá de la sorpresa que dio en 1992, el equipo nórdico es un invitado que, como dirían en el barrio, "ni picha ni cacha, ni deja batear".

Croacia: después del nivel mostrado se merecía estar entre los mejores ocho. Le faltó ser más contundente y correr con mejor suerte; no contaba con la desastrosa actuación del árbitro en su duelo frente a España. El volcán más activo de los Balcanes tendrá que esperar otros cuatro años para materializar su fin último: incendiar toda Europa.

Irlanda: Se entregó al máximo y ni así opuso resistencia. Given, Duff, Andrews, Keane y compañía bien podrían ser los protagonistas de algún relato de Dublineses, de James Joyce, quien por primera vez no celebró el Bloomsday (16 de junio), como protesta por las enormes deudas -futbolísticas, políticas y económicas- del país.

Ucrania: pasó de ser el equipo más endeble a ser el rival incómodo, combativo en defensa y vertical en ataque. Todo ello gracias al apoyo de su hinchada, la cual está en el podio junto con la irlandesa y la inglesa. Fueron dignos anfitriones. Quizá merecieron más, quizá, y eso ya es ganancia, pues pocos esperaban una actuación tan seria de su parte. Por cierto, Shevchenko lo reafirmó: ¡es un semidiós!

Suecia: Los escandinavos decepcionaron. Ofensivamente sí tenían armas para destrozar a cualquiera, pero creyeron que la magia de Ibra cadabra bastaba para salir victoriosos. Se equivocaron, ni el ariete de los rossoneri pudo solo, ni la vetusta defensa soportó los embates de sus rivales. La victoria en la última batalla no sirvió más que para la honra y gloria de Odín.

El viejo continente sufre achaques propios de su edad: varios de sus órganos están muy enfermos y el sistema inmunológico los reprime para que el resto no se contagie. A grandes rasgos, la Euro 2012 es una puesta en escena de esa historia jodida por la rapacidad, el egoísmo y la avaricia: la troika. Ojalá, como en todas las grandes historias, surja un elemento externo, de esos imprevisibles, que le dé alegría, salud y fuerza a este mítico territorio.

lunes, 11 de junio de 2012

¡Euro 2012!... Grupo D

Continuemos con la tertulia futbolera, muchachos...

Grupo D
Para Ucrania ya es un gran logro ser parte de un torneo en el que nunca antes ha participado. Es, además de Polonia, el país anfitrión, y esa condición es sinónimo de orgullo y alegría en medio de un clima tan crispado por diversos problemas sociales y políticos. Dicho sea de paso, ¿es válido que sus habitantes se valgan de la exposición a nivel internacional que la Euro proporciona para denunciar la transgresión y/o nulidad de derechos humanos? Sí.

¿Podrán los ucranianos dar la nota a partir de su desempeño futbolístico y no de los actos de racismo de sus aficionados? No lo creo. Si bien Michel Platini, presidente de la UEFA, fue contundente a la hora de fijar una postura crítica respecto de este tipo de violencia e incluso prometió castigar a quienes la ejerzan, en los hechos ha optado por la indulgencia (véase lo sucedido en el entrenamiento holandés de hace unos días). Por su parte, el Gobierno local arguyó que el racismo es un cáncer propagado en todo el viejo continente –lo cual, aun siendo cierto, no los exime de culpa.

En fin, contrario al clima gélido de la región, la Euro 2012 ha elevado la temperatura y la tensión, lo cual no le conviene al cuadro dirigido por el respetado Oleg Blohkin, pues no tiene la calidad suficiente para soportar el embate de la gente y de sus rivales. De lo rescatable para ellos podría ser la experiencia que sus jóvenes obtendrán, y sobre todo la dicha de despedir a su insignia en patio propio: Shevchenko, un cuchillero letal.

Los ucranianos tendrán su Primavera con una esquina rota: la felicidad de su primera vez traerá consigo mucha tristeza.

Debo confesar que algunas veces sí aprendo de mis errores. Hace dos años hice varias quinielas para el Mundial y puse a Inglaterra como finalista. Tenía, como narra Dickens, Grandes esperanzas. Creí, tontamente, que por primera vez (su campeonato de 1966 es cosa aparte: fueron locales, su gol fue fantasma, etc.) unirían la fuerza de sus individualidades y la pondrían a disposición del equipo. Ni con el afamado Capello sentado en el banquillo lo lograron.

Por eso ahora no les creo. Por eso y porque hicieron un cambio abrupto en la dirección técnica (Roy Hodgson, nuevo DT, es mediocre, da una mezcla entre ternura y pena ajena cada vez que las cosas no le van bien: abre sus ojitos y se ruboriza). Asimismo, Lampard y Barry están lesionados y Gerrard no pasa por su mejor momento, por ende la transición del balón en medio campo es desprolija. ¡Ah! Rooney no puede jugar los dos primeros partidos por suspensión, lo cual deja el peso ofensivo en Young, tan talentoso como intermitente, y Carroll, el bulto más caro de todo el Reino Unido.

Entre choques, centros y pases larguísimos, veo a los ingleses en una disputa muy pareja con los suecos por el segundo lugar del grupo.

Suecia tiene a Ibrahimovic, el Thor del futbol, en la cúspide de su carrera. El ariete del Milán es el eje del equipo, alrededor suyo giran Toivonen –delantero polivalente y de vastos recursos–, Larsson y Wilhelmsson –ambos poseen gran pegada de media distancia y habilidad en el mano a mano.
 
Su poder ofensivo no está en entredicho. En contraparte, su línea defensiva, capitaneada por el viejo marino del Báltico, Olof Mellberg, sí lo está, debido a la lentitud y a los errores de ubicación (cuenta la leyenda que en entre 2008 y 2009 perdieron la brújula en una de sus tantas batallas rumbo a Sudáfrica, adonde nunca llegaron). Bajo este panorama el barco vikingo deberá elevar anclas si quiere hundir a sus adversarios antes de que Ran y sus nueve olas (divinidad de los mares y sus hijas) lo devoren y arrastren al fondo del mar.

Si Odín así lo quiere, y los ingleses se dejan, diviso a Suecia en el puerto de los cuartos de final. Al tiempo.

Oigan, franceses: “I know how you want to play”, como dice April March en su sensual “Attention Cherie”. No les molesta ceder la posesión del balón porque cuando Cabaye o M’Vila la recuperan, en seguida orquestan bellas y rápidas jugadas que Nasri, Ribéry –siempre punzante y frontal, flota por todo el frente con sagacidad– y Benzema se encargan de interpretar.

Laurent Blanc (DT) limpió el cochinero dejado por Raymond Domenech, quien nunca pudo ordenar el vestuario (tal vez los astros no se lo permitieron). Blanc impuso disciplina y dotó de confianza a los jóvenes remplazantes de la vieja guardia.

¿Hay motivos para ser optimistas con Francia? Sí. Mas no todo es perfecto, existen dos factores negativos: salvo Ben Arfa, el resto de la banca no tiene mucha calidad; y son vulnerables en defensa –Mexès es un tronco y pierde los estribos fácilmente–, sobre todo por las bandas, donde seguro extrañarán a Sagna y Abidal. En conclusión, vislumbro al equipo galo como primer lugar de este grupo; después, en un encuentro muy abierto, el segundo lugar del Grupo C los despachará.

En las últimas cuatro entradas hemos viajado por toda Europa para platicar sobre los 16 participantes de la Euro Polonia-Ucrania 2012. Su compañía ha sido un placer. P. D. Ahora que nos quedamos en Francia, busquemos a la Maga para que nos diga quién será el campeón. ¡Au revoir!

domingo, 10 de junio de 2012

¡Euro 2012!... Grupo C

Y porque usted no lo pidió, ésta es la tercera entrega sobre la Euro 2012. Comenten, critiquen, debatan, rían y lloren.

Grupo C
España y la alegría por jugar a la pelota. Franco debe estarse revolcando en su tumba: jamás imaginó que La roja se deshiciera de su furia y pusiera en los controles a un puñado de catalanes que, lejos de seguir el paradigma establecido, convenció al resto de establecer la colectividad como feliz, ameno y solidario método para ser los mejores.

Vicente del Bosque ha tenido el mérito de conciliar las distintas lenguas, culturas, costumbres e ideologías contenidas en la selección. El cansancio, las lesiones y la extrema confianza han mermado el progreso del equipo más que la guerra sucia (para estar ad hoc con la coyuntura electoral) montada por Mourinho en su afán de reventar al Barça y, de paso, al resto de la liga.

¿Y qué hay de las ausencias? Al Guaje Villa pueden suplirlo con la polivalencia de Iniesta (quien, pienso, será el mejor jugador del torneo), Negredo y Pedro, y la contundencia de Llorente; además, Silva y Mata han madurado, ya en Inglaterra lo demostraron. Pero a Puyol no hay quien lo supla, ni aunque Ramos se fusionará con Piqué lograrían hacer lo que el Tarzán, porque no es únicamente el mejor marcador, es también el capitán, el de más colmillo, el más intuitivo, el que pega un grito aquí, da un zape allá, y lanza miradas de “nos vemos a la salida” a cualquier rival que osa enfrentarlo.

El campeón vigente de la Euro llega a Polonia-Ucrania 2012 convencido de saber lo que tiene que hacer: divertirse, no desesperarse, asociarse y utilizar el sumo respeto –y hasta miedo– que se ha ganado en los últimos cuatro años para perforar todos y cada uno de los muros que le esperan. Estimo que tropezarán en semifinales, lo cual, si llegara a pasar, no mancharía su legado.

La República de Irlanda tiene que apelar a su estirpe guerrera. No tiene de otra. No cuenta con las armas necesarias para marcar el ritmo de los partidos, así que deberá ensuciar el juego, morder a los contrarios –casi literalmente– y ser combativa en el medio campo, tarea para la que Gibson, Andrews, Duff y Hunt se pintan solos.

Veo a los irlandeses como último lugar de este sector. La defensa no brinda garantías y arriba les falta punch: Robbie Keane ya está en el tramo final de su carrera, mientras Doyle y Walters son muy limitados técnicamente. Es más, los veo yéndose del torneo por la puerta de atrás, de la mano de uno de los anfitriones del evento, Ucrania –del cual hablaremos mañana.

Croacia es un pequeño volcán con un caudal inmenso de magma en sus entrañas. Siempre amenaza con hacer erupción. Hasta ahora sólo lo cumplió una vez: fue en 1998 y su lava llegó hasta Francia. Desde entonces no ha podido incendiar los campos europeos.

Los croatas están ansiosos, hambrientos de gloria. En la eliminatoria para esta Euro tuvieron un grupo asequible y no repitieron los errores que les impidieron ir a Sudáfrica 2010. Es el momento para que Modric, Rakitic y Kranjcar demuestren su verdadero nivel y exploten la potencia de Jelavic y la picardía de Eduardo. Tengo la impresión de que serán la sopresa del torneo, tienen con qué llegar a cuartos de final y vencer al líder del Grupo D –cualquiera que éste sea.

Italia dio pena hace dos años en territorio sudafricano. No obstante, parece no quedó conforme: quiere repetir su hazaña en la Europa Oriental. Además de no contar con jugadores de peso como antaño (Totti, Del Piero, Baggio, Maldini, Cannavaro, et al.), pasan por una crisis en su futbol local y eso los distrae porque algunos de los seleccionados están inmiscuidos. Y si a todo eso le sumamos la necedad de Prandelli (DT) de poner al chiflado de Balotelli como figura central, la catástrofe es inminente.

Los azzurri transitan dubitativos. Cuando tenían jugadores para ser más agresivos y darle un mejor trato al balón, decidieron aplicar el catenaccio; y ahora que carecen de abundancia de jugadores de calidad, se les ocurre cambiar el estilo e intentar ser protagonistas de los partidos. ¡Mamma mia! Uno como aficionado agradece que intenten ser protagonistas del juego –faltaba más–, sin embargo no entiendo por qué lo hacen justo ahora. Se han dado un tiro en el pie, y así, cojos y sin su virtud histórica, creo que no alcanzarán un lugar entre los mejores ocho del certamen.

Es cuanto por hoy, muchachos. Ojalá que mañana estos cuatro equipos nos brinden más de esas lindas jugaditas por las que tanto ruega Eduardo Galeano. ¡A domani!

sábado, 9 de junio de 2012

¡Euro 2012!... Grupo B


Lo prometido es deuda y para mí es un placer pagar: he aquí mis impresiones sobre los equipos que en unas horas iniciarán su camino en esta Euro 2012.

Grupo B
A la gama de múltiples fortalezas que los alemanes siempre han mostrado para el futbol, se le ha sumado una más en la última década: la creatividad. A partir de una restructuración ideológica (abrieron las fronteras a los jugadores de Asia, América Latina y África), administrativa (construyeron estadios inteligentes, cómodos y bellos para regocijo de los aficionados; sanearon las finanzas de sus clubles; y repartieron equitativamente los derechos de televisión) y de las selecciones menores (jamás se había visto que jugadores de ascendencia turca, polaca o ghanesa fueron tomados en cuenta), dejaron de ser pragmáticos e hicieron de la técnica y el juego a ras de césped los orfebres de su nuevo arte. Ahora, salvo Mesut Ozil, todos juegan al interior del país.

Cierto es que, contrario a lo que dictan los cánones y la memoria, Alemania  no cuenta con una defensa sólida. Sí, tienen a Philipp Lahm, uno de los mejores laterales del mundo, pero salvo Hummels, los demás son inconstantes y no tienen el liderazgo necesario para ser parte de la zaga. Esto, aunado a la riqueza en el medio campo y en el ataque, obliga al conjunto alemán a volcarse totalmente a la ofensiva. Sabe que si le meten dos o tres goles, es capaz de convertir cuatro. Será, en términos boxísticos, un auténtico fajador.

Y a decir verdad, tienen combinaciones de sobra para hacer daño y contrarrestar la presión de ser, junto con España, el máximo favorito del certamen. Los teutones pueden llegar a la final, sobre todo si apaciguan a tiempo la vehemencia y motivación que el resto de las selecciones sienten cuando a ellos se enfrentan. Ser el país más poderoso del continente tiene sus desventajas.

Portugal y la carabina de Ambrosio. Ah, sí, y Cristiano y Nani y Meireles y Pepe y bla bla bla.  Esos figurines que hacen y deshacen en sus respectivos clubes, pierden los poderes cada vez que los visten de vino y verde. No se parecen en nada a la generación subcampeona de la Euro 2004 y cuarto lugar del Mundial 2006 donde, curiosamente, fue derrotada por Alemania (su primer rival en el presente torneo) en el partido por el tercer lugar.

¿Y por qué el mediático, mamón y piernón (no lo digo yo, él se empeña en hacerlo evidente cada vez que, patéticamente, se alza el short cuando mete gol) de CR7 no juega igual con su selección que con el Real Madrid? Fácil –¿o no?–: porque no es lo mismo ir por la vida montado en un tanque blindado y desde ahí ametrallar a cuanto soldado raso se ponga en frente, que andar a pie y depender totalmente de tu agilidad –al tiempo que estás pensando “a ver a qué hora se cansan o se distraen, a ver a qué hora salen huyendo o se vuelven locos estos que, en teoría, me cuidan la espalda”. Y ya entrado en esa dinámica, Cristiano se diluye entre risitas de incredulidad, se mira en la pantalla gigante y busca consuelo en el grito de sus más fervientes fans: “¡eres el único!”

En fin, muchachos, hablar de los lusitanos es como hacer un Ensayo sobre la ceguera que produce el libro sagrado que ellos tanto adoran: El evangelio según Jesu-Cristiano.

Holanda ha llegado a los últimos torneos internacionales (dos Euros y un Mundial) como uno de los tres candidatos a llevarse el título. Ha querido ganar con el futbol total, y no ha podido. Ha querido ganar con un futbol semilento, precavido, de mucho toque cadencioso en el centro del campo, y tampoco así ha podido. ¿Qué hacer ahora? Morirse con la tradicionalmente suya: el juego veloz por las bandas, las gambetas, paredes y triangulaciones largas, el intercambio de posiciones, la movilidad de los delanteros y la descomunal pegada de media y larga distancia.

Y si a todo lo anterior logran agregarle una mayor dosis de carácter (no confundir con fuerza bruta, como la que aplicaron Van Bommel y De Jong en la final de Sudáfrica 2010), fuerza mental y solidaridad para presionar desde arriba y así apoyar a su dubitativa defensa, entonces sí la naranja mecánica romperá la maldición a la que los dioses de este deporte la condenaron luego de arrebatarles el monopolio del futbol exquisito (a principios de la década de los 70) y compartirlo con el resto de los mortales.

Si además de tener la suerte y la historia en contra, Bert van Marwijk (DT) decide, por segundo tornero consecutivo, traicionar la filosofía del futbol holandés, entonces Robben, van Persie, Sneijder, Afellay, van der Vaart y compañía, habrán perdido los mejores años de su vida. Prefiero mil veces que mueran en el intento a que sobrevivan frustrados, apagados, confundidos: agrios y podridos como la última naranja del costal, aquella que nunca fue exprimida.

Finalmente aterrizamos en tierras nórdicas, en Dinamarca. Su representativo para esta justa es más frío que el invierno en Groenlandia (territorio que forma parte de esta nación). No tienen las herramientas necesarias –más allá de la explosividad de Rommedahl, el oportunismo de Bendtner y la elegancia del novel Eriksen– para colarse a cuartos de final.

Ni siquiera la experiencia, el liderazgo y la ductilidad del capitán Agger (puede jugar como lateral izquierdo, así lo hizo con el Liverpool durante el final de temporada), bastan para que los daneses se atrincheren con seguridad y salgan a la contra, aumentando con esta estrategia sus posibilidades de derribar a sus rivales. La única batalla de la que posiblemente salgan avantes, es contra Portugal. Harán un papel digno y opondrán bastante resistencia, sin embargo, en este sector serán Alemania y Holanda quienes avancen a la siguiente ronda.

Es todo por hoy, queridos lectores. Recuerden que en unas horas estará disponible el post correspondiente al Grupo C. Mientras tanto sigamos disfrutando de esta Euro que amenaza con ponernos eufóricos.

viernes, 8 de junio de 2012

¡Euro 2012!... Grupo A



La Euro 2012 Polonia-Ucrania está por comenzar y no podía quedarme sin compartir con ustedes algunas de mis impresiones al respecto. Para no hacer un post muy largo he decidido aprovechar los grupos establecidos para el torneo y hablar de ellos en orden y uno por día. 



Grupo A
Polonia era un equipo gris aunque lo quisieran ocultar con el rojiblanco de su uniforme; era tibio, timorato y ni siquiera defendía con solidez. Estoy seguro de que ningún aficionado promedio, fuera de las fronteras polacas, se sentía identificado o simpatizaba con ellos. Sin embargo, hace dos años decidieron no convocar más a sus vacas sagradas, quienes habían sido incapaces de clasificarlos al Mundial de Sudáfrica.
                                                                                                       
La situación para el cuadro polaco se tornaba complicada: su participación en la siguiente Eurocopa estaba garantizada gracias a que, junto con Ucrania, serían los anfitriones del evento. Pero, ¿y ahora, con quiénes iba disputarla? ¿Con jóvenes que además de no tener rodaje sólo iban a disputar partidos amistosos mientras el resto de Europa se daba con todo en las eliminatorias? Tal parece que no había de otra.

Y al asumir ese riesgo con responsabilidad, el resurgimiento polaco se dio. ¿Cómo? Con una paradoja de la vida: sus mejores elementos se adentraron en territorio germano (eterno y odiado rival político y bélico) y conquistaron varias ciudades –gracias a la rapidez y elegancia de sus tácticas–, siendo Dortmund la más significativa de ellas. Ahí, vestidos de amarillo y negro, potenciaron sus cualidades. La cohesión polaca no se logró en las fechas FIFA sino en las de la Bundesliga.

A Polonia la veo en cuartos de final como primer lugar del grupo A. Y a Robert Lewandowski, su mejor francotirador, como uno de los goleadores del torneo.

Por su parte, la participación de Grecia, me parece, será anecdótica. Ya se sacó la lotería en 2004 en tierras lusitanas, año en el que todo fue feliz para ellos (recordemos que celebraron el regreso de los Juegos Olímpicos a casa, tras 108 años de ausencia), en cambio ahora, el país vive una tragedia política, económica y social digna de su mitología, y la selección está destinada a reproducirla. Esta vez no hay ningún Prometeo (Angelos Charisteas) que les brinde el fuego de la victoria a esos simples mortales.

La República Checa está aquí porque asumió su papel secundario en el grupo clasificatorio para este certamen (España validó los pronósticos y lo ganó fácilmente). Sabía que el rival a vencer era Escocia, y el partido clave, la visita a Glasgow... ahí empataron angustiosamente (2-2) con gol de último minuto de Michal Kadlec. Más allá de que después tuvieron que vencer a Montenegro (selección balcánica con talento pero que apenas está organizándose en todos los ámbitos su nación es de las más nuevas en el orbe–) en el repechaje, el boleto a la Euro 2012 lo lograron en el duro césped de Hampden Park, con todo y la presión pujante que de sus gradas emana.

Los checos no son un equipo a modo, tienen buena defensa y un portero que ha retomado su mejor nivel (Petr Cech). Sí, pero no tienen fuerza ofensiva, no se han renovado, Tomas Rosicky sigue siendo su estrella, y al igual que muchos de estos cuerpos celestes, lleva años apagado y lo que hoy vemos de él sólo es la estela de lo que fue en el pasado.

El otro equipo de este sector es Rusia. En el último torneo continental (Austria-Suiza en 2008) llegó hasta semifinales para sorpresa de todos, y lo mejor fue que lo hizo desde el futbol ofensivo, de toque corto y rápido y paredes venenosas comandadas por Andrei Arshavin, el maguito que se graduó en cuartos de final contra Holanda, equipo al que despedazaron e hicieron ver realmente mal en defensa, aun cuando parecía imbatible y llegaba como amplio favorito.

Luego de su vertiginoso éxito, los rusos se subieron al ladrillo, se marearon y por eso perdieron el repechaje contra Eslovenia por un boleto para el último Mundial. En las eliminatorias para esta Euro se han vuelto a asentar, les regresó el hambre y dejaron de sentirse parte de la élite. A pesar de que su máxima figura, Arshavin, no goza de la plenitud de hace cuatro años (se estima que el título de aquella graduación era apócrifo), cuentan con una mezcla muy interesante: semifinalistas del 2008 (Igor Akinfeev –uno de los 10 mejores porteros del mundo–, Yuri Zhirkov, Konstantin Zyrianov y Roman Pavlyuchenko) y jóvenes talentosos como Pavel Pogrebnyak y Alan Dzagoev (a quien si no lo conocen deben observar: ¡rifa un buen!).

En fin, desde este lado de la pantalla veo a Polonia como primer lugar y a Rusia como escolta. El duelo entre ellos será muy abierto y entretenido, creo que empatarán a dos o a tres goles. Y una vez instalados en cuartos de final, ambos tienen con qué asustar a los favoritos.

Es todo por hoy. Disfrutemos de la inauguración, de los partidos y del inicio del mejor torneo de selecciones del mundo. Dejen sus comentarios, mentadas, discrepancias o favoritos de este grupo aquí abajo. ¡Ah! Y no lo olviden: mañana continuamos con el análisis de las selecciones que integran el Grupo B.