domingo, 10 de junio de 2012

¡Euro 2012!... Grupo C

Y porque usted no lo pidió, ésta es la tercera entrega sobre la Euro 2012. Comenten, critiquen, debatan, rían y lloren.

Grupo C
España y la alegría por jugar a la pelota. Franco debe estarse revolcando en su tumba: jamás imaginó que La roja se deshiciera de su furia y pusiera en los controles a un puñado de catalanes que, lejos de seguir el paradigma establecido, convenció al resto de establecer la colectividad como feliz, ameno y solidario método para ser los mejores.

Vicente del Bosque ha tenido el mérito de conciliar las distintas lenguas, culturas, costumbres e ideologías contenidas en la selección. El cansancio, las lesiones y la extrema confianza han mermado el progreso del equipo más que la guerra sucia (para estar ad hoc con la coyuntura electoral) montada por Mourinho en su afán de reventar al Barça y, de paso, al resto de la liga.

¿Y qué hay de las ausencias? Al Guaje Villa pueden suplirlo con la polivalencia de Iniesta (quien, pienso, será el mejor jugador del torneo), Negredo y Pedro, y la contundencia de Llorente; además, Silva y Mata han madurado, ya en Inglaterra lo demostraron. Pero a Puyol no hay quien lo supla, ni aunque Ramos se fusionará con Piqué lograrían hacer lo que el Tarzán, porque no es únicamente el mejor marcador, es también el capitán, el de más colmillo, el más intuitivo, el que pega un grito aquí, da un zape allá, y lanza miradas de “nos vemos a la salida” a cualquier rival que osa enfrentarlo.

El campeón vigente de la Euro llega a Polonia-Ucrania 2012 convencido de saber lo que tiene que hacer: divertirse, no desesperarse, asociarse y utilizar el sumo respeto –y hasta miedo– que se ha ganado en los últimos cuatro años para perforar todos y cada uno de los muros que le esperan. Estimo que tropezarán en semifinales, lo cual, si llegara a pasar, no mancharía su legado.

La República de Irlanda tiene que apelar a su estirpe guerrera. No tiene de otra. No cuenta con las armas necesarias para marcar el ritmo de los partidos, así que deberá ensuciar el juego, morder a los contrarios –casi literalmente– y ser combativa en el medio campo, tarea para la que Gibson, Andrews, Duff y Hunt se pintan solos.

Veo a los irlandeses como último lugar de este sector. La defensa no brinda garantías y arriba les falta punch: Robbie Keane ya está en el tramo final de su carrera, mientras Doyle y Walters son muy limitados técnicamente. Es más, los veo yéndose del torneo por la puerta de atrás, de la mano de uno de los anfitriones del evento, Ucrania –del cual hablaremos mañana.

Croacia es un pequeño volcán con un caudal inmenso de magma en sus entrañas. Siempre amenaza con hacer erupción. Hasta ahora sólo lo cumplió una vez: fue en 1998 y su lava llegó hasta Francia. Desde entonces no ha podido incendiar los campos europeos.

Los croatas están ansiosos, hambrientos de gloria. En la eliminatoria para esta Euro tuvieron un grupo asequible y no repitieron los errores que les impidieron ir a Sudáfrica 2010. Es el momento para que Modric, Rakitic y Kranjcar demuestren su verdadero nivel y exploten la potencia de Jelavic y la picardía de Eduardo. Tengo la impresión de que serán la sopresa del torneo, tienen con qué llegar a cuartos de final y vencer al líder del Grupo D –cualquiera que éste sea.

Italia dio pena hace dos años en territorio sudafricano. No obstante, parece no quedó conforme: quiere repetir su hazaña en la Europa Oriental. Además de no contar con jugadores de peso como antaño (Totti, Del Piero, Baggio, Maldini, Cannavaro, et al.), pasan por una crisis en su futbol local y eso los distrae porque algunos de los seleccionados están inmiscuidos. Y si a todo eso le sumamos la necedad de Prandelli (DT) de poner al chiflado de Balotelli como figura central, la catástrofe es inminente.

Los azzurri transitan dubitativos. Cuando tenían jugadores para ser más agresivos y darle un mejor trato al balón, decidieron aplicar el catenaccio; y ahora que carecen de abundancia de jugadores de calidad, se les ocurre cambiar el estilo e intentar ser protagonistas de los partidos. ¡Mamma mia! Uno como aficionado agradece que intenten ser protagonistas del juego –faltaba más–, sin embargo no entiendo por qué lo hacen justo ahora. Se han dado un tiro en el pie, y así, cojos y sin su virtud histórica, creo que no alcanzarán un lugar entre los mejores ocho del certamen.

Es cuanto por hoy, muchachos. Ojalá que mañana estos cuatro equipos nos brinden más de esas lindas jugaditas por las que tanto ruega Eduardo Galeano. ¡A domani!

1 comentario:

Unknown dijo...

Concuerdo, España en semifinales se queda y Croacia en una de esas se anda quedando en la otra semifinal. Italia no dejará de dar pena e Irlanda sólo ira a decir que asistió. :D